Es muy habitual en los negocios de reparto de comida, en los que el repartidor va al domicilio con un datáfono o con dinero en efectivo. El cliente verá la opción de pagar de esta manera y, una vez que haga su pedido, éste se quedará como «pagado», por lo que, a diferencia del pago por transferencia, no tendrás que marcarlo como pagado manualmente.